El Gobierno de Mariano Rajoy habla constantemente del futuro que representan los jóvenes para el país. Pero por sus acciones políticas pareciera que sólo les preocupan los jóvenes de la clases adinerada, porque la situación del resto de jóvenes es la peor en décadas y la responsabilidad recae sobre las medidas de recortes que está tomando el Gobierno junto a las recetas que propone la troika, es decir, el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, o sea, el poder financiero.

Ante una tasa de desempleo juvenil del 57% a la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, solo se le ocurre firmar con acuerdo con Alemania para que los jóvenes más preparados en el Estado español se vayan a trabajar a las empresas alemanas forzando a la emigración de miles de jóvenes cada año.

Pero el aumento de hasta un 66% de las tasas en las matriculaciones de las Universidades públicas, junto al recorte de las becas, va a hacer, además, que más de 30 mil estudiantes estén este mismo año al borde de ser expulsados y poner fin a sus estudios al no poder hacer frente a la subida de tasas.