En Ucrania se juega una especie de ajedrez político y geoestratégico en el que el más perjudicado es el pueblo que sufre la inestabilidad y la violencia. En medio el pueblo, de un lado el Gobierno salido del Golpe de Estado parlamentario junto a la Unión Europea y Estados Unidos, y por otro el Gobierno saliente junto a Rusia y también China.

Las tensiones se han trasladado al este del país donde la población se niega a tener que aceptar las políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional y las decisiones de un Gobierno al que no sienten legítimo. Varias ciudades del Este de Ucrania están controladas por milicias de pobladores que luchan contra las autoridades de Kiev.

En respuesta a las revueltas, el ejército de Ucrania ha asaltado el aeropuerto de Kramatorsk, en la provincia de Donetsk. Los partidarios de la federalización de Ucrania de la ciudad de Kramatorsk informan sobre muertos durante el asalto. Según portavoces de la milicia, cuatro combatientes locales han muerto y dos han resultado heridos durante el asalto.

Kramatorsk es una importante ciudad de la provincia de Donetsk, donde abundan las minas hulleras. Cuenta con una población de 165.000 personas.