En Francia, según el reporte anual de la Fundación Abbé Pierre, diez millones de personas tienen problemas para encontrar un techo digno.

Más de tres millones y medio de personas no tienen donde vivir o viven en situaciones extremas de precariedad y pobreza. Otros cinco millones de personas se encuentran en situación de extrema fragilidad, es decir, que pueden perder de un momento a otro su vivienda.

La crisis, el desempleo y el aumento fulgurante de los precios del parque inmobiliario, sobre todo en las grandes ciudades, son algunas razones que explican esta crisis de vivienda que afecta a diez millones de personas.