El Partido Popular está abonado al ridículo continuo cuando intenta explicar lo inexplicable. En partido de Gobierno sigue envuelto en sospechas de corrupción y financiación ilegal, más aún cuando su extesorero Luis Bárcenas ha confesado que se llevó a paraísos fiscales al menos 38 millones de euros. Pero nadie dimite y a nadie le cuesta el puesto tantos escándalos.

Y el penúltimo esperpento lo protagonizó la número dos del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, cuando en rueda de prensa intentó explicar por qué el partido siguió pagando a Bárcenas hasta diciembre de 2012. Inventó una nueva terminología laboral que habla de "finiquito en diferido en forma de simulación".

Más allá de lo preocupante que son tantos síntomas de maniobras oscuras financieras en el partido que sigue gobernando, casi lo que apetece con Cospedal es ponerle un poco de sentido del humor y ofrecerle una ayudita, para que la sociedad pueda entender lo que realmente quería decir. Y con esa ayudita, vemos que la cosa cambia.
Escucha y diviértete.