Miles de personas protestan en las calles de Túnez por el asesinato de Chokri Belaid, líder del partido de oposición de izquierda Nidaa Tounes, que fue tiroteado el martes en medio de una escalada de violencia política que asola el país dos años después de la llamada revolución.
Grupos de manifestantes están prendiendo fuego a las sedes del partido gobernante, Ennahda, en varias ciudades del país. La Policía tunecina usa gases lacrimógenos y realiza disparos de advertencia para dispersar a los manifestantes.

La oposición tunecina anunció su retirada de la Asamblea Constituyente. El máximo dirigente de Ennahda, por su parte, ha asegurado que los asesinos de Chokri Belaid “quieren un baño de sangre” en Túnez. El Ministerio del Interior tunecino informó de que el líder opositor fue asesinado por un pistolero en motocicleta. La oposición del país anunció la convocatoria de una huelga general.

Mientras, para Abdelmajid Belaid, hermano del político asesinado, el partido islamista Ennahda, que encabeza el Gobierno tunecino, es responsable del asesinato.

En los últimos meses se registraron en Túnez múltiples casos de violencia social y política. Varios partidos de oposición y sindicatos responsabilizan de los ataques contra los opositores a los militantes pro islamistas.