Las fuerzas de seguridad sirias han descubierto los cadáveres de más de 80 personas en la ciudad norteña de Alepo; parece ser que los cuerpos hallados muestran signos de haber sido ejecutados.

Los cadáveres, pertenecientes a hombres jóvenes y niños, han sido encontrados en el Río Quweiq, en Alepo, una zona que está bajo el control de los terroristas, que cuentan con el apoyo de algunos países extranjeros y que buscan derrocar al legítimo Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.

Algunos de los cuerpos tenían las manos atadas a la espalda, mientras que otros parece que habían recibido un disparo en la cabeza.

Una fuente de seguridad ha notificado que muchas de las víctimas aparecían en los registros de la Policía como secuestradas. La misma fuente ha culpado a los terroristas de llevar a cabo las ejecuciones.

Desde que diera comienzo la crisis de Siria en marzo de 2011, muchas personas han perdido la vida, entre ellas, muchos efectivos del Ejército y de los cuerpos de seguridad. El Gobierno sirio asegura que el caos está siendo orquestado desde el exterior, pues existen informes que hablan de la presencia de un gran número de terroristas de nacionalidad extranjera en el país árabe.

Damasco acusa a algunos Gobiernos occidentales, especialmente a Estados Unidos y sus aliados regionales, como son Arabia Saudí, Catar, Turquía, de avivar las llamas de la violencia en el país.