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Justicia e In-Justicia
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Estados Unidos
13 de mayo de 2014
En Estados Unidos, Cecily McMillan, activista pacífica del movimiento Occupy Wall Street fue declarada culpable y de inmediato encarcelada en espera de una condena hasta de siete años de prisión. Su delito: desafiar "la ley y el orden", junto a otras miles de personas, atreverse a resistir de manera no violenta acciones represivas de fuerzas policiales y buscar desenmascarar a los verdaderos responsables de la crisis del país.
El caso judicial contra Cecily McMillan fue el más grave y posiblemente el último en contra de quienes participaron en Ocuppy Wall Street. Un 90 por ciento de los más de 2 mil 600 arrestos que se realizaron contra ese movimiento ciudadano en Nueva York (miles más ocurrieron en el resto del país) fue descartado por las autoridades judiciales, y sólo unos cuantos aceptaron declararse culpables de delitos menores a cambio de ser liberados.
Como atestiguaron reporteros y fotógrafos de varios medios, no hubo actos graves de violencia ni daños materiales durante las protestas y la ocupación de los activistas. La violencia provino de la policía, con golpes, uso de gas pimienta, arrestos masivos y provocaciones junto con infiltraciones en el movimiento. El único cristal que se rompió durante las protestas fue cuando un policía arrojó a un voluntario de asistencia médica del movimiento Occupy contra un escaparate.
En este contexto, para muchos se trataba de enjuiciar a una de las miles de víctimas de la violencia oficial. McMillan fue formalmente acusada de agredir un policía dándole un codazo debajo de un ojo durante un operativo para expulsar a cientos de activistas de la plaza Zuccotti el 17 de marzo de 2012, lugar donde nació el movimiento que se expandió por todo el país, quienes estaban ahí para celebrar los seis meses desde que ocuparon por un par de meses esa plaza cercana a Wall Street.
El policía y los fiscales afirman que fue un acto intencional, y mostraron imágenes de un video borroso que mostraba cómo McMillan se inclinó y de repente lanzó hacia atrás el codo. Ella dice que no recuerda mucho de esa noche, salvo que no pensaba estar ahí; estaba con una amiga festejando el Día de San Patricio, y sólo fueron para buscar a otra amiga. Al llegar fueron rodeados por una masiva presencia de policías gritando órdenes para evacuar la plaza, y refiere que de pronto sintió que alguien le agarró un pecho desde atrás y que de manera espontánea se defendió, sin saber que era un policía. De repente, varios agentes se le fueron encima, la tiraron, la golpearon y la arrestaron junto con unos 100 activistas más.
El juicio duró cuatro semanas. El lunes de la semana pasada, el jurado de ocho mujeres y cuatro hombres la declaró culpable; el delito conlleva una condena hasta de siete años de prisión. El juez le negó libertad bajo fianza hasta la fecha de su condena formal (el 19 de mayo), a pesar de que McMillan no tiene ningún antecedente criminal, y ordenó su encarcelamiento inmediato.
Otros detalles con Fernando Velázquez, en Estados Unidos.
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